La décima jornada se cierne ya sobre el césped de La Romareda, sin embargo, un sentimiento de desasosiego empieza a afectar a ciertos sectores de la grada. ¿Es este el Real Zaragoza que debería ser?. Una cosa está clara, el juego del conjunto blanquillo no es, ni mucho menos, el esperado.
Marcelino llegó a la capital del Ebro con el objetivo de transformar un equipo completamente rato, adaptarlo a una nueva categoría, y lo más complicado de todo, hacerle salir de ella en tan solo una temporada. A pesar de que, a día de hoy, se ocupa la tercera posición de la tabla, las sensaciones que giran en torno al equipo no son buenas.
Si se analiza en conjunto, vemos una clara descompensación entre líneas. Mientras que los delanteros están cumpliendo, y muy bien, la línea defensiva, a pesar de que en las últimas jornadas está recibiendo menos ocasiones de ataque, sigue generando mucha desconfianza. Los ansiados jugadores de banda están ahí, es cierto, sin embargo no ofrecen la regularidad esperada. Arizmendi parece que no termina de cuajar, y Caffa sigue dando una de cal y una de arena. Caso a parte es el tema de Jorge López. La Romareda ya se ha pronunciado en cuanto esto, Jorge López al centro. No quiero ser reiteratibo en cuanto al riojano. Me parece un jugador de tantísima calidad que, fijar su posición, no sería lo adecuado.
Por otro lado, me parece abusivo la utilización del juego directo por parte del Real Zaragoza. La transición del balón no existe. Todo se reduce a las jugadas a la contra aprovechando la velocidad de los puntas. Este fúbtol no gusta en Zaragoza. Pero aquí es cuando yo me planteo una reflexión ¿Es correcto sacrificar el buen fútbol si con eso se consigue el ascenso?. Para mí, sí. En este caso ,y sin que sirva de precedente, el fin justifica los medios. ¿A qué juega el Zaragoza? no lo sé, posiblemente a nada, pero si jugando así el equipo termina la temporada entre los tres primeros a mi me vale. De todas formas creo que es pronto para sacar conclusiones, la temporada es muy larga, y poco a poco iremos viendo el Zaragoza que tanto nos gusta.
Marcelino llegó a la capital del Ebro con el objetivo de transformar un equipo completamente rato, adaptarlo a una nueva categoría, y lo más complicado de todo, hacerle salir de ella en tan solo una temporada. A pesar de que, a día de hoy, se ocupa la tercera posición de la tabla, las sensaciones que giran en torno al equipo no son buenas.
Si se analiza en conjunto, vemos una clara descompensación entre líneas. Mientras que los delanteros están cumpliendo, y muy bien, la línea defensiva, a pesar de que en las últimas jornadas está recibiendo menos ocasiones de ataque, sigue generando mucha desconfianza. Los ansiados jugadores de banda están ahí, es cierto, sin embargo no ofrecen la regularidad esperada. Arizmendi parece que no termina de cuajar, y Caffa sigue dando una de cal y una de arena. Caso a parte es el tema de Jorge López. La Romareda ya se ha pronunciado en cuanto esto, Jorge López al centro. No quiero ser reiteratibo en cuanto al riojano. Me parece un jugador de tantísima calidad que, fijar su posición, no sería lo adecuado.
Por otro lado, me parece abusivo la utilización del juego directo por parte del Real Zaragoza. La transición del balón no existe. Todo se reduce a las jugadas a la contra aprovechando la velocidad de los puntas. Este fúbtol no gusta en Zaragoza. Pero aquí es cuando yo me planteo una reflexión ¿Es correcto sacrificar el buen fútbol si con eso se consigue el ascenso?. Para mí, sí. En este caso ,y sin que sirva de precedente, el fin justifica los medios. ¿A qué juega el Zaragoza? no lo sé, posiblemente a nada, pero si jugando así el equipo termina la temporada entre los tres primeros a mi me vale. De todas formas creo que es pronto para sacar conclusiones, la temporada es muy larga, y poco a poco iremos viendo el Zaragoza que tanto nos gusta.
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